lunes, 3 de septiembre de 2007

Bertolt Brecht

Joaquin Selva Pérez.
Universitat de València.
Curso 2001-2002
Literatura Alemana I
(Prof. Dr. D. Francisco García Quintero)
Bertolt Brecht
Mayo de 2002

Introducción
En el presente trabajo de investigación, hablaremos sobre un dramaturgo, escritor, poeta, y reformador teatral alemán.
Este autor tuvo gran importancia durante el siglo que recién terminó, porque logró una de las cosas que muy pocos han logrado, mostrar a la sociedad una nueva forma de pensar, sentir, ver la vida y el mundo, así como lo hicieron en sus respectivas épocas Shakespeare, Sófocles, y muchos más.
Sin duda, uno de los mayores logros de este autor, fue que la forma de realizar teatro cambiara radicalmente, pasando del teatro clásico, en donde el público se sumergía en la historia, a un nuevo estilo de dramaturgia, que él mismo inventó, y al cual llamó teatro épico.
Su trabajo es un valioso aporte a la sociedad que ha recibido con multitud de críticas y comentarios sobre éste, algunos a favor, otros en contra, aunque no podemos dejar de destacar, que ha dado mucho de que hablar desde sus inicios.
Sin duda, Brecht es una de las figuras más importantes en la década de los años 20, y que más influyó en el teatro de la época, e incluso, del actual. Hablaremos de Bertolt Brecht; su vida, legado, y su obra.


Biografía
Fue un poeta, dramaturgo y director teatral alemán. Nació el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo (Baviera), en el seno de una familia acomodada, y murió el 14 de agosto de 1956 en Berlín. Su padre era católico, director de una compañía del papel y su madre, protestante, era hija de un funcionario de la misma empresa. Brecht empezó a escribir poesía cuando era un muchacho, y ya tenía sus primeros poemas publicados en 1914, a la edad de 16 años. Después de terminar la escuela elemental, le enviaron al Königliches Realgymnasium donde ganó fama como un niño terrible. En 1917 Brecht ingresó a la Ludwig Maximiliano University de Munich, a estudiar medicina. Después de que el ejército lo llamara a las armas, en donde participó como enfermero, volvió a sus estudios, pero los abandonó en 1921.
A pesar de su procedencia de una familia acomodada, Brecht pronto se decantó por las ideas marxistas. Gran crítico de los regímenes políticos de su tiempo, huyó de su país ante la ascensión nazi. En 1940 lo encontramos en Finlandia, pero en 1941 llega a los EEUU a través de Rusia. En 1947 fue acusado de "actividades Antiamericanas" y decidió autoexiliarse de nuevo a Suiza, en 1949 volvió a Berlín Este donde murió en 1956.
Durante 1918, Brecht escribió su primera obra, la cual llamó Baad (también conocida como baal), y que se produjo en 1923. En ella, presenta la voluntad de llegar al fondo de todos los abismos de la existencia, a través de la perversión y el libertinaje. La obra celebró vida y sexualidad y fue un gran éxito.
Por esos años, Brecht comenzó a estudiar el Marxismo, y luego, se asoció al partido comunista en 1919, a través del Partido Democrático Social Independiente.
La amistad con el escritor Lion Feuchtwanger era un contacto literario importante para el joven escritor. Feuchtwanger lo aconsejó en la disciplina de dramaturgia.
Durante su juventud, tuvo un romance con Paula Banholzer-Gross, a quien él llamaba Bi1. Vivieron cerca de siete años juntos, y de su relación, nació Frank en 1919, el cual, murió en 1943. En 1922, cuando aún seguía con Bi, se casó con la actriz Marianne Zoff, y dos años más tarde, Bi se casó con un comerciante llamado Hermann Gross. En 1924 trabajó como encargado consultor en el teatro de Deutches de Max Reinhardt en Berlín. De esta forma, comenzó su éxito en este teatro con Trommeln in der Nacht2 en 1922, y continuó con Dreigroschenoper3, la cual fue una refundición de “la ópera del mendigo”, escrita por John Gay.
Brecht reescribió esta obra, y Kurt Weill le puso música a las canciones incluidas por Brecht. En 1926, recopiló sus obras, y con ellas, formó una colección llamada Hauspostille4.
Alrededor de 1927 Brecht empezó a estudiar a Karl Marx, con su libro Das Kapital y aproximadamente en 1929, se había vuelto comunista. En el Teatro de Schiffbauerdam entrenó a muchos actores que querían volverse famosos en la escena y la pantalla, entre ellos Oscar Homolka, Peter Lorre, y la cantante Lotte Lenya, quien era la esposa de Kurt Weil. Con Hanns Eisler, Brecht trabajó en una película política, Kuhle Wampe, el nombre que se refiere a una área de Berlín donde vivió cuando estaba desempleado. La película se estrenó en 1932, estuvo en cartelera un tiempo muy breve, puesto que fue prohibida al poco tiempo.
En la década de los 30, los libros de Brecht y sus obras fueron prohibidos en Alemania, las actuaciones fueron interrumpidas por la policía o simplemente se prohibieron. Brecht entró en el exilio, primero en Dinamarca donde vivió hasta 1939, y después a Finlandia, donde vivió en Iitti, en la Villa Marlebäck, como un invitado de la escritora Finlandesa Hella Wuolijoki. Brecht durante este período (específicamente en 1940), junto con su anfitriona, escribió Sein Knecht Matti a herr Puntila Und5, donde expresa la injusticia del trabajador frente al patrón. Para el dramaturgo la diferencia de clases marca definitivamente la vida de los seres humanos durante su caminar en este mundo.
De Finlandia Brecht continuó con su viaje a través de Rusia hacia los Estados Unidos, estableciéndose en Santa Mónica. En el nuevo Brecht “rural”, varios intentaron que escribiera para Hollywood, pero el único escrito que encontró la aceptación parcial por parte de los productores hollywoodenses fue Hangmen Also Die, escrita en 1942.
Posteriormente, en 1947 Brecht fue acusado de actividades antiamericanas, así que voló a Suiza, sin esperar la apertura de su obra Galileo en Nueva York.
Entre los años 1938 y 1945 Brecht escribió sus cuatro grandes obras:
Das Leben des Galilei6 (1938-44-1945-53), en donde trató con el ego del héroe - la condenación por dejar su teoría heliocéntrica ante la Inquisición.
Mutter Courage und ihre Kinder7, (1939), era un esfuerzo por demostrar a la gente el coraje de las personas que sobreviven, aunque fueran devastadas material y moralmente en la guerra.
Der gute Mensch von Sezuan8 (1938-40) basado en la pregunta de ¿puede el hombre bueno, vivir en el mundo tal como éste se le aparece?, principalmente abocado a la bondad.
Der kaukasiche Kreidekreis9 (1944-45), que trata algo similar a Der gute mensch von Sezuan, también se basa en los principios de una verdadera justicia.
Después de 15 años de destierro Brecht volvió a Alemania en 1948 y pasa un año en Zürich, donde trabaja en Antígona de Sófocles (el transcrito por Friedrich Hölderin) y en su mayor trabajo teórico A Little Organum for the Theatre10. Después de que Brecht dejó Zürich, entró en 1949 a Berlín donde él fundó su propio teatro Marxista, “el Conjunto berlinés”. Su segunda esposa, Helene Weigel con quien él se había casado en 1928, era su actriz principal y continuó como una directora en la sala de teatro.
Brecht tenía sus problemas con las nuevas autoridades de la DDR, aunque escribió una prosa que agradó a los censores. En su verso Brecht expresó su sospecha misteriosamente sobre la inhumanidad del régimen. Para asegurarse la libertad de circulación, Brecht obtuvo en 1950 pasaporte austríaco. Tanto en el Oeste así como en Alemania Oriental, Brecht se convirtió en el poeta contemporáneo más popular, sólo superado por clásicos como Shakespeare, Schiller, y Goethe.
La producción de Jean Vilar de Mutter Courage en 1951 le afianzó un partidario en Francia, y la participación del Conjunto berlinés en París, en la Fiesta del Teatro Internacional realizada en 1954, aunque más allá encantó su reputación.
En 1955 Brecht recibió el Premio Stalin de la Paz.
En 1956, Bertolt Brecht desarrolló una inflamación pulmonar y murió de una trombosis coronaria el 14 de agosto, en Berlín de la Alemania Oriental.

Obra
Brecht es una de las figuras más importantes en la década de los años 20, sin duda, que más influyó en el teatro de la época, e incluso, del actual.
En sus trabajos Brecht se ha preocupado por los públicos gustosos de pensar en lugar de los que se involucran demasiado en la historia. Para lograr que su público pensara el significado de la historia, más que profundizarse en la misma, utilizaba, un proceso llamado distanciación.
El Efecto V
Su concepto del Verfremdungseffekt, o V - Effekt (a veces traducido como el “efecto de alienación o distanciamiento”) es un recurso dramático, empleado ya en el teatro medieval y en el asiático, con el objetivo de “sustraer lo representado a la intervención del espectador” pretende sacar la emoción de la producción, persuade al público para distanciarlo de la obra, para lograr que reflexione el mensaje, y no que se sienta identificado con el personaje. Brecht experimento este recurso distanciador ya en su obras tempranas como en la Opera de tres cuartos (1927-28). Entonces formuló sus teorías literarias muchas veces en la reacción a George Lukács (1885-1971), filósofo húngaro y teórico literario Marxista.
Para producir el efecto de distanciación el actor tiene que desechar cualquier cosa de los medios que ha aprendido para persuadir al público a identificarse con los personajes y sus características, con el cuidado de no ponerse en una catalepsia11, ni tampoco a su público. Sus músculos deben permanecer sueltos, dispuestos a dar un giro en la cabeza, por ejemplo, con los músculos del cuello estirados, donde “mágicamente" lleve los ojos de los espectadores e incluso sus cabezas para volverse con él, y de esta manera, disminuir cualquier especulación o reacción que los gestos pueden traer.
Su manera de hablar tiene que ser libre del sonsonete “eclesiástico” y de todas esas cualidades que calman al espectador para que el sentido de la obra se pierda.
También lograba este efecto mediante el uso de máscaras, y apartes. Principalmente lo que Brecht quería lograr era una menor respuesta emocional por parte del espectador, puesto que creía que el teatro era para pensar, y no para identificarse con la historia y/o los personajes, porque según él, cuando el espectador tendía a identificarse con éstos, la obra perdía su valor “pedagógico”12.
Tal como dice Agustín López Raya, en su comentario publicado en el web, donde da a conocer su opinión sobre una compañía madrileña que representó la obra “el señor puntila ....” nos da a entender cómo Brecht realizaba el V-effect, y la utilería que utilizaba, mostrando su importancia para lograr el efecto V:
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El Teatro de la Abadía escenificó a Brecht en el Teatro Central de Sevilla de manera excelente. Parte del equipo artístico lució un alto nivel de interpretación.
Curt Allen Wilmer mezcla en un plano desdoblado, por un lado, la imagen costumbrista de un ambiente finlandés, y por otro, la habitación alta de una casa sin carácteres. Simbólicamente el escenario de abajo puede estar relacionado, implícitamente, más con lo terrenal y cotidiano (trabajadores), y el de arriba puede representar la parte más espiritual e inalcanzable (patrones). Consigue Cilmer de manera original crear, en un mismo plano, dos escenarios completamente diferentes a través de jugar con la imaginación del espectador y con la ayuda del iluminador.
La estética expresionista de contraluces crea unos personajes cargados de energía y contradicciones, personajes que muestran la vida que llevan y esconden la vida que desean. Dominique Borrini ilumina la miserable vida de los patrones como Puntila y alumbra la dramática experiencia de los trabajadores como Matti.
El ritmo trepidante que imprime la música en cada transición de escena empuja al espectador hacia el mensaje esencial del texto. Los distintos recursos escenográficos se unen por la música, subrayan y apoyan de manera rotunda al plano textual. Luis Delgado toma las voces del pasado para gritar al presente con su particular visión musical.
En la obra, la directora, se ha encargado de hilarlo todo muy bien, no ha dejado un cabo suelto. Todo el equipo artístico funciona perfectamente. Quizás sea un espectáculo demasiado perfecto, sin errores. Y al estar tan acabado disienta del espíritu Brechtiano dado a un vital proceso creativo a través de modificar y variar constantemente una obra.15
Teatro didáctico
La inclinación de Brecht por el teatro didáctico coincide con su aproximación a la clase obrera y con la adopción del marxismo como base que iba a caracterizar su creación artística posterior. Si en las obras tempranas, influidas por el expresionismo, había hecho una “crítica nihilista de la sociedad burguesa” (según su propia confesión) , ahora intentaría hacer productivas sus ideas sociopolíticas. Para su teoría del teatro didáctico. Brecht parte del siguiente supuesto:
“se puede influir socialmente en el actor, en tanto ejecuta ciertas formas de comportamiento, adopta ciertas actitudes , reproduce ciertos parlamentos, etc”.
“La obra didáctica enseña porque es interpretada, no porque es vista. En el fondo, no hace falta que la obra didáctica tenga espectadores, aunque naturalmente pueda ser adaptada a un público”
La actuación se convierte así en un proceso de aprendizaje que se distingue por la “imitación” y la “crítica”. Los actores no deben limitarse a recrear en su actuación unos patrones dados. , sino que deben criticarlos.
Los actores, conforme a sus necesidades pueden reproducir técnicamente su actuación, controlándose a sí mismos y su manera de actuar. Se distancian de sí mismos y del objeto de su representación, entran en conflicto con los intereses comerciales, en el ámbito social y económico. El ejercicio didáctico transmite, de forma directa, ideas sociales al actor y no sólo mediante la representación en común. La obra didáctica y la obra-espectáculo son dos formas distintas de teatro épico, resumido por Brecht bajo la forma de teatro didáctico-político.
“El teatro de Brecht es un teatro social, de los grandes conflictos del ser humano. Pero Brecht no llora con sus personajes, sino que muestra el problema; alerta frente a las contradicciones del mundo moderno”16
“Detrás de cada obra de Brecht, hay un método, el materialismo dialéctico; la metodología marxista del arte”17

Su Pensamiento
La Teoría Radiofónica de Brecht
Estrechamente vinculada a su teoría sobre el teatro didáctico significó un intento de Brecht de utilizar las posibilidades de la radio para la crítica social. Brecht proponía transformar la radio de ”aparato de distribución” en “aparato de comunicación”
Según Brecht la radio debía transformar. La creciente concentración de recursos mecánicos, así como la creciente especialización en la formación profesional – procesos que han de acelerarse – exigen una especie de rebelión del oyente, es decir, que éste se reactive y reponga como productor”. Con todo, Brecht era consciente del carácter utópico de su propuesta de convertir la radio en un “aparato de comunicación”:
“Es una innovación, una propuesta que puede parecer utópica y a la que yo mismo llamo utópica cuando digo la radio podría, o el teatro podría. Sé que las grandes instituciones no pueden hacer todo lo que podrían, ni tampoco todo lo que quieren. Quieren que les suministremos material, que las renovemos, que puedan sobrevivir a base de innovaciones. Pero de ningún modo ha de ser nuestra tarea el renovar las instituciones ideológicas sobre la base del orden social presente; al contrario, debemos conseguir, con nuestras innovaciones, que abandonen esa base. O sea, ¡ por la innovación y contra las renovaciones! Debemos sacudir la base social de estos aparatos mediante incesantes propuestas para su mejor utilización, en beneficio del público en general. Debemos cuestionar que sean utilizados en beneficio de unos pocos. Aunque nuestras propuestas sean imposibles de llevar a cabo en el presente orden social, serán factibles en otro, y, sin ser más que la consecuencia natural del desarrollo técnico, sirven para propagar y conformar este nuevo orden”.
Debate en torno al Expresionismo
El debate en torno al expresionismo no fue más que un aspecto parcial de otro debate más amplio sobre el realismo que– motivado quizás por las polémicas sobre formalismo y realismo habidas en la Unión Soviética en los años 30 (Primer Congreso de Escritores Soviéticos, 1934 en Moscú)- tuvo lugar en el exilio.
Brecht desaprobó el intento de Lukács de distinguir entre el realismo bueno y el naturalismo malo. Brecht consideró la forma narrativa de Balzac y Tolstoi limitada. Rechazó una concepción realista basada en la herencia clásica, basada en el concepto de Aristóteles de que la historia es simple, asemejada con una parcela en donde hay un principio, y un fin.
Con su definición de realismo, Brecht intentó romper el armazón formalista impuesto por Lukács:” Ser realista significa:
- Descubrir la causalidad social
- Desenmascarar los puntos de vista dominantes como puntos de vista de la clase dominante /
- Escribir desde la perspectiva de la clase que ofrezca las soluciones más amplias a las dificultades más apremiantes en que se halla la humanidad
- Enfatizar el factor desarrollo
- Ser concreto y dar cabida a la abstracción”.
Brecht unió a la exigencia de realismo la categoría de “Popularidad”.
“Para hacer frente a la creciente barbarie existe un único aliado: el pueblo que tanto sufre sus consecuencias. Sólo de él se puede esperar algo. Por ello, lo natural es dirigirse al pueblo, siendo más necesario que nunca hablar su idioma”.
Así se conjugaban de manera natural los conceptos de “popularidad” y de realismo. “Popular” significa para Bretch :
- Ser inteligible a las masas populares, adoptando y enriqueciendo su forma de expresarse.
- Asumir, reforzar y corregir su punto de vista
- Representar al sector más progresista del pueblo de tal modo que éste pueda asumir el liderazgo, es decir, hacerse entender también por los otros sectores de la población
- Entroncar con las tradiciones y darles continuidad
- Transmitir, a aquel sector del pueblo que quiera protagonizar la historia, los logros del sector que actualmente se encuentra a la cabeza
Un escritor no es popular únicamente por adoptar estilos que originariamente fueron populares, ya que “lo que fue popular ayer, no necesariamente ha de serlo hoy también, porque el pueblo hoy día ya no es como fue antaño”. Sólo es popular lo que hace justicia, en cada caso, a las exigencias de los enfrentamientos de clase.
El antifascismo de BERTOLT BRECHT
La obra literaria de Bertolt Brecht supone un punto culminante en la literatura antifascista del exilio. Brecht alcanzó tanta importancia como teórico de la literatura que como poeta y dramaturgo. Él representa el tipo de “escritor operativo” descrito por Benjamin, en el que se da la estrecha dependencia funcional entre “técnica literaria progresiva” y la “tendencia política correcta”, y en el que no existe la dicotomía “política-literatura”. En el análisis y valoración del fascismo, Brecht se muestra tan superior a la mayoría de los autores del exilio, como en el momento de desarrollar nuevas formas literarias, para él derivadas “de las necesidades de la lucha antifascista” – no de la concepción abstracta de realismo, como fuera el caso de Lukács:
“Hay que indagar en la realidad, cuando se trata de formas literarias, y no en la estética, ni tampoco en el realismo. La verdad se puede callar o decir de muchas maneras. Derivamos nuestra estética y nuestra ética de las necesidades de nuestra lucha”.
El análisis que Brecht expone en sus Ensayos sobre fascismo (1933-39) es el punto de partida de su teoría y práctica literarias. No entendió al nacionalsocialismo como equivocación, catástrofe natural, enlace fatal de circunstancias, desgracia o intrusión del mal, como lo hicieron una y otra vez otros autores. Brecht oponía una explicación materialista frente a quienes no vieron en el fascismo más que una perversión y un embrutecimiento del hombre en la civilización moderna:
“La brutalidad no viene de la brutalidad, sino de los negocios que, sin ella, ya no se llevarían a cabo.[...] Muchos de los escritores que hemos experimentado, horrorizados, el terror del fascismo, no hemos aprendido aún la lección, no hemos descubierto la raíz de la brutalidad que nos espanta. Persiste el peligro de considerar las crueldades inútiles”.
Los trabajos de Brecht se han traducido a 42 idiomas y se han vendido más de 70 volúmenes. Él quiso su teatro para representar un salón de la conferencia política en lugar de un lugar de ilusiones.
De los teatros rusos y chinos Brecht derivó algunos de sus conceptos básicos de organización y la estilización teatral.
De Marx tomó prestada la idea de la superestructura, a que el arte pertenece, pero evita también las explicaciones demasiado simples por las condiciones económicas.
Y conjugando todos estos elementos, lograba su fascinante y tan famoso y reconocido mundialmente teatro épico.
Su obra se compone de verdaderas maravillas del teatro "Madre Coraje", prosa e incluso poesía. Esta última obra es referente inevitable para todos aquellos interesados en la poesía social de posguerra.

Conclusión
En Bertolt Brecht podemos observar claramente la coherencia entre el hombre el autor, el poeta y el dramaturgo. Fiel a sus ideas que resumimos en 5 conceptos fuindamentales:
Antifascismo, carácter didáctico, critica social, innovación.
Brecht encierra un mensaje general: “el espectador debe sacar una enseñanza” ya sea apuntandole las posibilidades de cambiar la realidad como en la Opera de tres cuartos, (1927-28), bien enseñando que el destino no aparece como algo ineludible que se sustrae a la intervención humana . Brecht deja constancia de que “el destino del hombre se lo fragua el mismo hombre”, (Madre Coraje y sus Hijos, 1941).
Pensamos que este dramaturgo y a la vez poeta, sin duda alguna, fue un reformador teatral, que rompió todo límite establecido en la época, e innovó con su forma de pensar. Él se atrevió como muchos otros a defender sus ideas, y a promoverlas en público. El uso de los efectos de distanciación, fue sin duda, una de sus principales armas, que como lo demuestran algunos otros autores, todavía sigue funcionando. Éste, quizás fue el pilar más grande del éxito de Brecht en el mundo.
El especial estilo de teatro y su forma de escribir es uno de los más originales que existen, y uno de los más importantes, porque es diferente al teatro tradicional, en que el público se sumerge e interioriza en la historia, en cambio, tal y como ya se ha mencionado anteriormente, Brecht nos muestra un teatro mejor dicho “intelectual”, que exige mucho más del público, que las obras tradicionales.

Bibliografia
Libros, Revistas y Enciclopedias consultados.
Historia de la Literatura Alemana. Wolfgang Beutin et al. Ed. Cátedra. Madrid. 1991
Diccionario de autores. González Porto Bompiani. Barcelona. Ed. Montaner y Simón. 1963
Enciclopedia Microsoft (r) Encarta (c) 98.
Diccionario Oceano Uno. Autores varios. Ed. Océano. Barcelona. 1993
Revista Monitor. Número 41. Ediciones Salvat. Novara, Italia. 1965.