viernes, 17 de agosto de 2007

Teatro en la Escuela - Artículo pdf internet

Teatro en la Escuela
© Rodrigo a. San Martín Gárate 2
Serie Teatro: Cuaderno Nº 1
TEATRO EN LA ESCUELA
Rodrigo A. San Martín Gárate
© Inscripción Nº 155.903
Derechos Reservados
Julio 2006


Teatro en la Escuela
© Rodrigo a. San Martín Gárate 3
INTODUCCIÓN.
En el currículo de los escolares es escasa la presencia del teatro. A través
de la interpretación los alumnos adquieren mayor confianza en sí mismos
perdiendo el miedo y la vergüenza a hablar en público, a la vez que
favorece las relaciones entre discentes. Es por esto por lo que el enfoque de
mi trabajo va dirigido hacia éste género literario.
El teatro es un espectáculo, lo componen un conjunto de personas como
director, actores, maquilladores, etc. cuando este conjunto de personas
son los niños, el acto en sí puede convertirse en una ilusión, pero no sólo
para los niños sino también para profesores, padres y demás familiares.
A lo largo del tema he desarrollado los aspectos que yo considero más
interesantes y necesarios que cualquier docente debe saber a la hora de
escenificar un cuento.
Con este trabajo pretendo contribuir a la consecución de los siguientes
objetivos generales de Educación Primaria:
1- Comunicarse a través de medio de expresión verbal, corporal,
visual, plástica, musical y matemática, desarrollando el razonamiento
lógico, verbal y matemático, así como la sensibilidad estética, la
creatividad y la capacidad para disfrutar de las obras y manifestaciones
artísticas.
2- Actuar con autonomía en las actividades habituales y en las
relaciones de grupo, desarrollando las posibilidades de tomar iniciativas y
de establecer relaciones afectivas.
3- Colaborar en la planificación y realización de actividades en
grupo, aceptar las normas y reglas que democráticamente se establezcan,
articular los objetivos e intereses propios con los de los miembros del
grupo, respetando puntos de vistas distintos, y asumir las
responsabilidades que correspondan.
4- Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las
personas en situaciones sociales conocidas, comportarse de manera
solidaria, reconociendo y valorando críticamente las diferencias de tipo
social y rechazando cualquier discriminación basada en diferencias de
sexo, clase social, creencias, raza y otras características individuales y
sociales.
OBJETIVOS DEL DRAMA INFANTIL.
Es imprescindible en toda actividad escolar plantearse unos objetivos
generales que la enmarquen. Algunos de los objetivos más importantes de
la expresión dramática son:
a) Socialización. En estas actividades se producen una serie de procesos
de interacción y comunicación que implica el conocimiento, consciente o
no, de la relación social, de los problemas de grupo y de las actitudes
Teatro y Recursos Pedagógicos de los miembros de un grupo. La situación
personal en el grupo, las expectativas de la comunidad sobre el individuo,
su confirmación o rechazo, se producen y asumen con fluidez a través de
estas tareas. Se pueden abordar proyectos en común como es el de realizar
un texto colectivamente.
b) Aprendizaje de conflictos, personales y grupales, ante los que se
elaboran racionalizaciones y defensas.
c) Aprendizaje de roles a través de la propia experiencia y del feed-back
que establece el grupo; con la consiguiente maduración autocrítica sobre
la propia conducta y la del grupo a que pertenece.
Estos aspectos del proceso de maduración se desarrollan a través del
juego, no como reproducción de la realidad, sino como reconstrucción
dramática de la misma. Ésta tiene la característica de ser modelable,
modificable a través del proceso de trabajo, al igual que sus reglas de
relación social, de realización de modelos de conducta, incluso en los casos
en que se están elaborando elementos fantásticos e imaginativos, ya que se
puede comprobar el carácter proyectivo y no consciente de estos
elementos.
El juego comunicativo requiere la participación grupal al atender a las
demandas, así como la elaboración de soluciones, la búsqueda de
alternativas, en definitiva, el obrar con independencia de criterio y
afirmarse en las propias decisiones, una vez conseguido el acuerdo para el
desarrollo del juego.
Se intenta lograr que a través de los diversos medios expresivos, el niño
pueda realizar su propio acto comunicativo, enriquecer sus posibilidades
de comunicación y de maduración.
d) El conocimiento práctico de elementos de comunicación propios del
lenguaje teatral, base inicial para mejorar nuestro nivel de lectura de los
espectáculos teatrales a los que asistamos en el futuro.
e) Desarrollaremos también la capacidad de observación y crítica (o
autocrítica) a través de un proceso de trabajo que incluya el planteamiento
colectivo del mismo, su posterior desarrollo y realización y, por último un
análisis crítico del resultado adaptado al nivel de cada grupo de niños.
f) También será un medio de comentar e intercambiar vivencias sobre un
mismo hecho vivido colectivamente.
FINES Y VALORES DEL DRAMA INFANTIL
Mucha gente se pregunta por las metas del drama infantil. Probablemente
la respuesta más breve sea, conseguir un individuo feliz y equilibrado.
El drama infantil engloba en su seno las dos formas de juego. Mediante el
juego proyectado el niño adquiere control emocional y físico, confianza en
sí mismo, capacidad de observación, tolerancia y consideración para con
los demás. Significa también una válvula de escape y el hallazgo de un
mundo de aventuras y descubrimientos. Todas estas cosas preparan para
el futuro a un adulto útil a sí mismo y a la comunidad.
Mediante el drama infantil:
· Se descargan el amor y el odio gracias al empleo de tesoros.
· Se va apreciando poco a poco el sonido hasta que se llega a
encariñarse con sus manifestaciones.
· Se consigue gozar con los ensayos y las aventuras.
· Se adquiere confianza gracias a la práctica.
· Mejora con la práctica el movimiento y el habla.
· Se desarrolla la capacidad de ingeniárselas en cualquier tipo de
situaciones.
· Se establece con los adultos un vínculo de amistad y confianza. Ello
supone una ayuda para cualquier tipo de aprendizaje y, además, la
civilización está muy necesitada de semejante confianza.
· La pandilla encuentra una válvula de escape legal, y lo mismo
sucede con las emociones violentas.
· Se facilitan la intimidad y el desarrollo rítmico.
· Se facilita el ritmo personal del desarrollo.
· Se produce la obediencia al no haber frustraciones innecesarias.
· Se ayuda a la memoria al ensayar las cosas y repetirlas.
· Se facilita la comprensión al clasificar las cosas mediante un
argumento.
· Se desarrollo la comprensión hacia los demás a través de la
experiencia personal, mediante la actuación, de otras personas y
condiciones.
· La fe en los demás se ve fortalecida por la experiencia personal.
· Se producen experiencias espirituales como consecuencia de la
educación de las emociones y del encuentro estético.
· Se aprende a mandar y a obedecer.
· Uno puede descubrir quién es realmente.
· Se despierta el interés por la economía en las palabras, la acción los
objetos y la vestimenta.
· Se desarrolla el buen gusto, el sentido común y la frugalidad.
· Se establece un uso adecuado de la imaginación.
· Se descubren los buenos modales.
· Se suscita a afición a la danza, que pasa a constituir una buena
fuente de goces.
· Se descubren modos nuevos y optimistas de enfocar otras
cuestiones.
· Se fomenta la gracia natural y la movilidad.
· El niño comienza a asumir paulatinamente cualquiera que fuera su
edad, la responsabilidad moral de su conducta.
· El niño descubre y afronta un anticipo de sus probables
experiencias futuras. Ello fomenta un juicio más sentado y el coraje
en la adversidad.
· Se desarrolla la sinceridad, que contribuye a una mayor
concentración en los valores morales.
· Se fomenta la escritura, se desarrolla la pintura.
· Resulta más fácil asimilar “la experiencia de la profundidad”.
Valores dramáticos.
· La sinceridad permite que el niño se meta a fondo en su papel.
· Se experimentan en un corto tiempo un gran número de personajes.
· Pasos de bailes, ademanes, expresión corporal, todo ello se aprende,
capta el interés del niño y va siendo dominado poco a poco.
· Se estudian el trabajo grupal, la creación de figuras sobre la escena
y de equipo.
· El ritmo y el perfecto engranaje temporal devienen una segunda
naturaleza.
· Se fomenta un inmenso amor por el drama.
· Se produce la asimilación inconsciente de la sabiduría acumulada
por toda la historia del teatro.
· Se ponen los conocimientos apropiados para la escritura de obras
dramáticas, en el momento oportuno, y no forzándola.
· Se experimenta en fecha temprana el montaje sinfónico.
· Los papeles dramáticos se abren a la interpretación imaginativa, y lo
mismo sucede con la interpretación y el montaje.
· Se produce un acercamiento gradual a la buena literatura, que de
este modo se acepta en forma más auténtica.
· La sinceridad y el ensimismamiento se convierten en hábitos,
confiriendo a la actuación una espacial cualidad, a la vez rara y
sobrecogedora.
· La espontaneidad se transfiere más adelante a la expresión artística
adulta.
· Los caracteres desequilibrados, románticos y volátiles descubren
formas de vida distintas a las de ir a engrosar las atestadas filas de
los profesionales de la escena.
El drama desde el punto de vista de los principios de la educación.
La actividad dramática (tanto la expresión dramática en el aula como el
montaje de obras) resulta útil porque:
A.- La especial combinación de actividades mentales, emocionales y
físicas que exige el actuar reclama toda la energía de la persona. Esta
coordinación vitaliza la actividad y acrecienta la producción individual,
algo que en sí mismo constituye una experiencia beneficiosa y
satisfactoria.
B.- Representa una ocasión natural de practicar el habla intencional
como instrumento de expresión y también en aquellos aspectos técnicos
implicados en una buena dicción (confianza y claridad). Proporciona la
situación real que estimula el habla expresiva.
C.- Representa la ocasión de que surja como algo natural la
necesidad de cooperar y trabajar en equipo.
D.- La necesidad de adaptarse a la forma artística que dicta el drama
constituye a la par una experiencia y una disciplina. En cuanto
experiencia, inspiradas por el arte; en cuanto disciplina, impone a tales
repuestas una pauta o figura.
E.- El drama, al ocuparse como lo hace de situaciones inmediatas de
la vida cotidiana, dota de una perspectiva más amplia a los conceptos de
personajes y acción, profundizando así la percepción y agudizando la
sensibilidad. Al procurar identificarse con otra persona el individuo se
libera de las preocupaciones centradas en sí mismo. En esta forma, el
drama puede suponer un alivio de represiones e inhibiciones.
Además, el trabajo dramático escolar establece las condiciones de una
relación satisfactoria entre profesor y alumnos, en el sentido de que el
éxito del esfuerzo de los últimos va íntimamente ligado a la manipulación
del material y no depende del superior conocimiento del profesor.
LA ACTITUD DEL PROFESOR.
En los primeros momentos en los que el niño comienza la actividad teatral
la expresión es tímida y los grados de comunicación casi nulos. El niño
aún no está sensibilizado a algo que ve, según los casos, como la clase
distinta, el profesor distinto, el espacio que no es el aula, el planteamiento
más libre que la actividad, etc. el niño puede quedar descolgado, y ése será
el primer problema a solucionar cuando se inicia por primera vez este
trabajo, si aspiramos a sensibilizar al niño.
Muy importante es la actitud del profesor, ya sea el habitual de la clase u
otro que venga a impartir exclusivamente esta "materia". En el caso de los
primeros cursos sería aconsejable que fuese el propio profesor de la clase
el que realizase estas actividades, aunque deba recurrir esporádicamente a
la ayuda de un "experto". Por eso es necesario preguntarse y responder a
la siguiente pregunta:
¿Cuál es la misión del profesor, y su actuación consiguiente para
derribar las barreras que se interponen en el logro de las metas
propuestas?
Previamente conviene apuntar que el profesor no debe parecerse en
absoluto a una máquina de impartir conocimientos. Nada más lejos de eso.
Por el contrario, debe ser el encargado de potenciar las capacidades del
alumno, el que descubra junto a él y el que, en definitiva, proponga al niño
todos aquellos materiales, temas, juegos, que sirvan de punto de partida al
trabajo a realizar.
Por tanto, el profesor debe preocuparse por encontrar las motivaciones y
estímulos que haga progresar al alumno en la materia que sea.
En el caso concreto de la actividad teatral en la escuela podríamos señalar
como aspectos de mayor importancia a desarrollar por el profesor los
siguientes:
· Crear estímulos y motivaciones variados.
· Sugerir juegos.
· Sintetizar y canalizar las propuestas de los niños.
· Buscar los métodos de hacer avanzar los trabajos.
· Objetivar las relaciones.
· Etc.
En suma será el motivador y animador de la incipiente creatividad del niño
y del grupo. Como motivación general y primitiva para el niño, no hay
nada mejor que la posibilidad continua de descubrimiento. Y aún más al
descubrirse a sí mismo en "otras dimensiones" y a los demás compañeros
en aspectos que podríamos llamar "inhabitúales". Ello equivale a seguir sin
más el proceso natural del niño: el conocimiento en sí mismo y de sus
posibilidades expresivas y, a continuación, su puesta en relación con los
demás. ¿Cómo cumplir este papel de motivador animador en la práctica?
Muy sencillo, a través de un ambiente de juego en el que el profesor debe
ser un "jugador cualificado", cuya misión comprende y acepta el niño
rápidamente. Su papel estará un poco a caballo entre la imagen que el
niño tiene del profesor y la del compañero de juego. Unas veces su
actuación puede estar más cerca de un lado y otras veces del otro.
Una actitud importante a adoptar es la de evitar valoraciones, a las que los
niños - como reflejo de la sociedad- están tan acostumbrados. Es por ello
que el sistema de valoración de estas actividades no puede ser el habitual.
El estímulo de una posible buena nota o muy positiva valoración no es el
adecuado en estos casos. Los estímulos deben ir por otro camino. Además
pensamos que todo acto expresivo, si es libre, es positivo. La competencia
no es posible. No seríamos capaces de establecer un criterio objetivo que
permitiese valorar como mejor o peor un acto expresivo de un niño frente
al de otro. Si ambos son libres y responden a sus necesidades expresivas,
ambos son igualmente válidos. La dificultad reside en que sean libres. Si
no lo son hay que tratar de desinhibir al niño para conseguir que más
adelante lo sean, pero en ningún caso aumentar su inhibición con un
criterio valorativo. A través de estos trabajos vamos permitiendo al niño
liberarse, para conseguir estabilizarse posteriormente de la manera más
cercana posible al equilibrio psico-físico apuntado con anterioridad.
Otra de las actitudes más importantes que debe adoptar el profesor es el
motivar a los niños. Alguna de las actividades que se podrían señalar las
comentaremos en el apartado siguiente.
PRÁCTICAS DEL TEATRO.
Algunos juegos pueden desarrollar las capacidades de percepción,
sensibilización, expresión y comunicación:
1- El entrenamiento corporal.
Su propio cuerpo es el primer material que el niño debe conocer a fondo.
Las posibilidades ocultas de este elemento corporal de unos primeros
datos sobre nuestras posibilidades expresivas y, también, sobre nuestras
limitaciones.
Por otra parte, el cuerpo entrenado a este nivel siempre encuentra nuevas
posibilidades que motivan al niño a seguir adelante. Los ejercicios a
realizar en este aspecto serían: ejercicios de relajación, ejercicios de
respiración, ejercicios de caminar (imitando a personas, animales, etc.),
equilibrio del cuerpo, ejercicios de dominio y control del cuerpo
deteniéndose en los centros motores del mismo, ejercicios de flexibilidad
corporal, etc. todos estos ejercicios se realizan, en general, más con idea de
juego que de ejercicio gimnástico, para lo cual se plantean de manera
indirecta, a través de imágenes que permitan abordar el ejercicio entrando
en él por el juego imaginativo. Esto incide en la persistente idea de
conseguir, en todo momento, el equilibrio en el desarrollo psico-físico del
niño, factor que toma en consideración a la hora de plantear cualquier
tema en clase.
2- El espacio.
El cuerpo se mueve en el espacio. En sus tres dimensiones y en relación
con otros cuerpos. Los ejercicios en este sentido van encaminados a la
observación por parte del niño de estos conceptos, para conseguir
fundamentalmente dos cosas: sensibilización hacia las composiciones más
o menos armónicas en un espacio que -en principio- está vacío, y que él
llena con sus movimientos y armoniza en relación a los demás. También es
importante en este sentido el simple aprovechamiento óptimo del espacio
para realizar sus juegos. Estos ejercicios se plantean como ejercicios de
movimiento y distribución en el espacio, observando la posición de los
demás. Movimientos ordenados y desordenados en conjunto, ejercicios de
lateralidad, composiciones en el espacio, memorización y posterior
localización de objetos imaginarios, dibujo en el espacio de figuras, etc.
3- El juego como expresión lúdica.
En este concepto se incluyen casi todos los ejercicios planteados con una
intencionalidad liberadora y lúdica, y en la búsqueda continua de que
realmente aparezcan ante el niño como autentico juego liberador. De ahí
que todos los ejercicios han de recurrir a estos elementos de juego lúdico a
la hora de ser propuestos a los niños o, en su caso, a la hora de canalizar
las propias propuestas de los niños.
4- El ritmo.
Utilizando como elemento básico para el juego organizado. Sensibiliza al
niño hacia unos primeros estudios musicales y establece las bases hacia
una incipiente disciplina colectiva de juego, obligando a ejercitar
ampliamente la atención hacia los demás. Los ejercicios se realizan
basándose en juegos organizados con ritmos sencillos, trabajos con
instrumentos de percusión, la palabra utilizada rítmicamente, etc.
5- La mímica y el gesto.
Trabajos con el fin de indagar en la capacidad de comunicación al margen
de la palabra. Desarrollo de este medio "inhabitual" de comunicación y
expresión. Se realiza con juegos del siguiente tipo: contar historias
mímicamente a partir de una idea, concepto o palabra que queremos
contar a los demás. Representar personajes mediante gestos, representar
animales, ejercicios con gesto propiamente dicho (máscaras, cara de los
compañeros...), etc.
6- La dramatización simple e improvisada de hechos habituales.
Su fin primordial es iniciar al niño en la interpretación que le rodea. Los
juegos o ejercicios se realizan sobre la base de la dramatización de una
idea, una noticia del periódico elegida por el niño, un sueño. Habrá una
propuesta de tema, hecha por el profesor o por algún compañero. Esta
propuesta se profundiza brevemente en el ámbito individual o en pequeños
grupos, y a continuación, se exponen los resultados a los demás
compañeros. El objetivo fundamental de estos juegos es el desarrollo de la
capacidad crítica a través de elementos familiares.
7- La interpretación preparada de obras escritas, o no, por los
niños.
En esta etapa superior y cuando ya la comunicación está en marcha,
puede emprenderse en determinados casos el trabajo con un texto, con el
fin de añadir a los objetivos anteriores los de: potenciación del trabajo en
grupo, responsabilización hacia un resultado final y utilización de nuevos
medios de expresión que puedan aportar, en esta preparación, elementos
como los trajes (su elaboración y diseño), música, escenografía, selección
de elementos para un resultado final...
TIPOS DE MOTIVACIÓN.
Motivación a través de elementos literarios.
Suele ser - sobre todo en los primeros cursos - una propuesta del profesor:
1. Motivación a través de una noticia de prensa.
2. Motivación a partir de la lectura y trabajo sobre un poema.
3. Motivación a partir de la lectura de un cuento o narración.
4. Motivación a partir de la lectura o resumen de un texto teatral (posible
trabajo de adaptación. A realizar con alumnos fundamentalmente de ciclo
superior o, como mínimo, de curso medio en sus finales).
5. Motivación a partir de los textos libres de los niños.
Motivación a través de verbalizaciones.
Cualquiera hace la propuesta.
1. Motivación a partir de una historia contada por alguien.
2. El elemento de motivación es la narración de un hecho vivido por
alguien.
3. El hecho narrado es imaginario o fantástico.
4. Puede partirse de la narración de un sueño.
5. Narración de temas de actualidad.
Motivación a partir de elementos sonoros.
1. Creamos improvisaciones e historias a partir de ruidos: cotidianos,
extraños. Utilizamos para ello los ruidos: directos, grabados, etc.
2. Motivamos para el trabajo con alguna audición musical que tratamos de
dramatizar. (Es aconsejable el empleo de música descriptiva sobre todo
para los primeros cursos.)
3. La palabra como elemento sonoro. Utilizamos palabras haciendo
hincapié en su fonética, fundamentalmente.
Motivación a partir de diversos elementos ambientales y dramáticos.
1. Partimos de la materialización o reproducción de lugares: parque,
oficina, estadio, ciudad.
2. Unos personales característicos nos sirven como punto de partida.
Conviene que sean planteados por los niños y que sean personajes
arquetípicos.
3. Unos disfraces que proponen los niños.
4. Pequeños conflictos dramáticos.
5. Usos materiales. Generalmente de desecho con los que construimos un
ambiente o lugar y que nos sirve para empezar a jugar a: ¿qué cosas
podrían ocurrir en este sitio?
6. Títeres que se presentan al niño o que él mismo construye.
Esta relación no exhaustiva da una idea de los caminos posibles a
recorrer. También se pueden utilizar motivaciones trasladadas de otros
trabajos en clase al tratar otras áreas y que pueden ser motivo inicial de
un trabajo de dramatización.
BIBLIOGRAFÍA.
- Andersen, Grimm y Perrault. "Un cuento para antes de dormir". Ed. Alcoexport. Madrid.
- García Jurado, Emma, Serna Masiá, Matilde, Guisado Macías, Luis. "Lengua castellana
y Literatura" Xunta de Galicia.
- Hevans, Carlos, Patiño, Enrique. "Teatro y escuela". Ed. Laia. Barcelona 1983.
- Mainé Marie- Colette. "Escenificar un cuento". Ed. Fleurus. Barcelona. 1986.
- Romero Mª del Pilar. "Zumo de guindas" Ed. CEAC. Barcelona. 1991.
- Slade, Peter. "Expresión dramática infantil" Ed. Santillana. 1978.
- LOGSE. Articulo 4º. 1990.

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